Cómo el estrés daña tu piel

Hay algo que no puedes perder de vista ni un solo día, porque, aunque consideres que pasa desapercibido tiende a ser notorio en tu piel, tus niveles de estrés.
Aunque aún no lo creas, la piel es el reflejo de todo lo que hacemos y también de lo que no, es como un espejo de emociones,
y el estrés es uno de los principales factores en querer salir a relucir.

Un mal con el que vivimos

El estrés está a la orden del día, y resulta complicado mitigarlo por el ritmo de vida que llevamos normalmente, sin embargo,
hay manera de controlarlo, para evitar que haga de las suyas.
Como sabemos, la piel es lo primero que todos ven, y requiere mantenerse sana para lucir espectacular y radiante.
El estrés en exceso afecta de manera general a nuestro cuerpo, pero, particularmente en la piel, el daño suele ser notorio, por estar a la vista de todos. Esto ocurre porque el estrés provoca desequilibrios en el funcionamiento del cuerpo, y en respuesta a ello, la producción de adrenalina y cortisol aumenta, generando alteraciones hormonales y debilitando el sistema inmunológico.

Algunos problemas de la piel causados por estrés

Es un padecimiento de carácter crónico, que puede presentarse generalmente en piel clara, porque tienden a ser más sensibles. Se caracteriza por la aparición de brotes que mejoran y empeoran constantemente, en diferentes zonas del rostro. Suele aparecer en respuesta de rutinas demandantes y de mucho estrés.

Es la inflamación de la piel y se traduce en eczemas, “manchas inflamadas” sobre el rostro, que provoca, además, resequedad, descamación y sensibilidad, afectando diferentes zonas incluso del cuerpo.

Los brotes de acné suelen ocurrir por el desequilibrio que provoca el estrés en los niveles hormonales, generando una mayor producción de grasa en la piel, que tienden a agravarse por el aumento de cortisol. Al acné se le considera un mal de juventud, pero en realidad, para este problema, no hay edades en específico.

Controla tus niveles de estrés

No consideres que es imposible combatir al estrés, puede ser que en ocasiones tu rutina no permite que te des un respiro, pero hay alternativas para que el estrés no afecte considerablemente tu cuerpo y tu piel, como:

  • Tomar mucha agua durante el día (2 a 3 litros diariamente)
  • Procurar dormir entre 7 y 8 horas
  • Desmaquillarse antes de acostarse
  • Lavar el rostro siempre con agua fría
  • Ingerir alimentos con altos niveles de nutrientes
  • Hacer actividad física (30 minutos al día)
  • Buscar momentos de relajación
  • Tomar Eternal®

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